En época de frío y grandes oscilaciones térmicas, es habitual acabar cogiendo un resfriado. ¿Qué lo provoca? ¿Se puede hacer algo para evitar los catarros? "Se suele utilizar la palabra enfriamiento o resfriado de forma indistinta para referirnos a un catarro.
Esto se debe a que es común acatarrarse al estar expuestos a cambios de temperatura en invierno y en verano, por el aire acondicionado, aunque la causa real de un resfriado sea un virus", explica Lara Zilvetti, farmacéutica y manager de comunicación de P&G Braun.
¿Por qué el resfriado aparece después de pasar frío? "Al enfrentarse a un cambio de temperatura, el cuerpo necesita hacer un trabajo extra para poder mantener la temperatura corporal.
En ese momento, pueden bajar las defensas del organismo, resfriarse y desarrollar sus síntomas típicos: nariz congestionada, malestar general, febrícula y dolor de garganta. Además, en invierno se favorece el contagio, al permanecer más tiempo en lugares cerrados y con más gente", añade Zilvetti.
El resfriado y la gripe causan el 50% de todas las infecciones respiratorias agudas durante el invierno. Pero los signos de la gripe son diferentes: fiebre más alta, de 38 a 39 grados, dolor muscular, articular y de cabeza intensos y estornudos y congestión nasal muy leves, según la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC).
La clave: proteger zonas clave del frío Evitar los enfriamientos requiere del sentido común: En la vivienda: comprobar que las ventanas queden bien cerradas y colocar cinta adhesiva aislante para tapar rendijas y que no se cuele el aire por ellas, evitar las corrientes de aire al ventilar o permanecer largo rato durmiendo sin taparse.
Si se pasa tiempo en el sofá, viendo la televisión o leyendo, conviene cubrirse con una manta. También es importante moverse y no permanecer quietos mucho rato, así como colocar alfombras que hagan de aislante de un suelo frío, sobre todo, cuando es de baldosas. Calzado en casa y fuera: hay que tener en cuenta que llevar los pies descalzos, aunque sea por poco tiempo, puede producir enfriamiento, ya que manos y pies, sobre todo estos últimos, son muy sensibles. Para evitarlo, se aconseja llevar buenas zapatillas en casa y zapatos de suela aislante en la calle, calcetines y guantes de lana.
Los teletrabajadores pueden usar manguitos para proteger los nudillos de las manos mientras escriben en el ordenador.
Conviene evitar los cambios muy bruscos de temperatura entre el domicilio, u otro lugar cerrado, y el exterior. Ropa de abrigo: en cuanto a la ropa de abrigo, es indispensable llevar prendas de ropa interior de calidad para combatir el frío, como camisetas térmicas que sean transpirables.
La parte de arriba del cuerpo se puede abrigar con tres capas (camiseta interior, blusa o camisa y jersey de lana), mientras que para la inferior bastan dos capas (pantalones con leotardos debajo en el caso de la mujer, o pantalones recuperando los calzoncillos largos, en desuso, en el de los hombres).
Gorro y bufanda, esenciales: vestir varias capas es tan importante como cubrirse con un buen abrigo al salir a la calle, más en climas de frío extremo.
Ante las bajas temperaturas, el gorro es esencial, pues el calor se pierde por la cabeza y, al llevarlo, el calor corporal se distribuye más por el organismo.
Las bufandas también son cruciales para proteger la garganta y las vías respiratorias del frío y de las ráfagas de aire, sobre todo, a la salida de una boca de metro o de un autobús.
Cómo evitar contagios Tanto el resfriado como la gripe son infecciones respiratorias muy contagiosas, por lo que, para evitarlas, hay que taparse la boca o la nariz al estornudar y utilizar pañuelos desechables, lavarse las manos con frecuencia y vacunarse de la gripe si se pertenece a un grupo de riesgo, según comenta la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC).
Esta misma sociedad recomienda, una vez se haya enfermado de la gripe o de un resfriado, seguir una dieta líquida o blanda, a base de caldos de verduras, pescado, zumos de frutas o purés de fácil digestión.
Se debe beber con frecuencia para evitar la deshidratación del cuerpo, debido a la fiebre y la sudoración, aunque hay que abstenerse de fumar y tomar infusiones o bebidas estimulantes como el té o el café, ni bebidas alcohólicas.
También hay que hacer reposo, mantener una atmósfera húmeda y hacer vahos ante la sequedad de la nariz causada por el goteo nasal (rinorrea).
Los especialistas recuerdan que ambas están causadas por un virus, por lo que los tratamientos antibióticos no son efectivos.
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